Un año de victoria

Un año de victoria

Cada año escojo un tema. Si recuerdas, el año pasado mi lema era de emanar la fragancia de Cristo. Ahora he escogido declarar este año como uno de victoria.

 

Si miramos alrededor vemos angustia y dolor, hay hambre, desastres naturales, pleitos, guerras… la lista es interminable. Jesús sabía esto, y dijo a sus discípulos: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33).

 

El gran propósito de nuestro bendito Salvador era que los discípulos tengan paz. Al meditar en esto vino a mi mente muchos aspectos en que quiero tener victoria. Seguramente puedes identificarte con muchos de éstos. Cada uno comienza con la p de paz.

 

1. PERDÓN. En el Padrenuestro Jesús nos enseñó a orar: “Perdónanos, como nosotros perdonamos…” La clave para tener un año de victoria es un corazón perdonador. Cualquier raíz de amargura deteriora nuestro interior y se esparce como gangrena.

 

Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados” (Hebreos 12:14,15).

 

2. PODER. “Jehová dará poder a su pueblo; Jehová bendecirá a su pueblo con paz” (Salmo 29:11). Más que nada quiero que Dios renueve su poder en mi vida. Quiero una nueva llenura del poder del Espíritu Santo. “Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder” (1 Corintios 4:20).

 

“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” (2 Timoteo 1:7).

 

3. PRUEBAS. Nadie escapa de tentaciones y pruebas; nos llegan a todos. Pero podemos ser victoriosos y, como dice el apóstol Santiago, podemos aprender paciencia en medio de las pruebas. “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia” (Santiago 1:2,3).

 

“No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar” (1 Corintios 10:13).

 

4. PENSAMIENTOS. Lo que piensa el corazón habla la boca. Cada día necesito orar: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno” (Salmo 139:23-24).

 

“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” (Filipenses 4:8).

 

5. PALABRAS. “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes” (Efesios 4:29). La mejor manera de cuidar mis palabras es saturarme de la Palabra de Dios. “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros” (Colosenses 3:16).

 

“Pon guarda a mi boca, oh Jehová; guarda la puerta de mis labios” ( Salmo 141:3).

 

“Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, oh Jehová, roca mía, y redentor mío” (Salmo 19:140.

 

6. PLANES. Siempre he tenido muchos planes e ideas, y siempre he hecho lo que recomienda el sabio rey Salomón: “Encomienda a Jehová tus obras, y tus pensamientos serán afirmados” (Proverbios 16:3). Espero que también este año el Señor afirme mis planes.

 

“Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas” (Proverbios 3:5,6).

 

7. PROPÓSITOS. Una vida sin propósito es una vida vacía. Este año mi gran deseo es ser victoriosa en glorificar a Dios con todo lo que hago.

 

“Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él” (Colosenses 3:17).

 

8. PUREZA. Siguiendo el consejo del apóstol Pablo a su hijo espiritual Timoteo quiero conservar la pureza. Quiero llevar una vida íntegra y santa. “Como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo” (1 Pedro 1:15,16).

 

“¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a cosas vanas, ni jurado con engaño. El recibirá bendición de Jehová, y justicia del Dios de salvación” (Salmo 24:3-5).

 

9. PROMESAS. Yo sé que este será un año de victoria porque tengo todas las promesas de Dios a mi alcance. Acerca del pueblo de Israel, cuando entraron en la Tierra Prometida, dice: No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel; todo se cumplió” (Josué 21:45). ¡No hay promesa en la Biblia que no se cumpla!

Esta es la mejor y más maravillosa promesa: Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia” (2 Pedro 3:13).   
 

10. PEDIDOS. Aquí me refiero a la vida de oración. Espero este año tener una hermosa comunión con mi Dios y estar alerta para oír lo que Él me pide que haga. La oración no consiste en hacer una lista de pedidos y cruzarse de brazos hasta que llegue la respuesta. Es más bien la íntima conversación del alma con Dios. Adjunta a esa relación está la promesa de Jesús:

 

“De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará. Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido” (Juan 16:23,24)

 

11. PACIENCIA. Dicen que con paciencia se gana el cielo; es lo que Jesús dijo: “Con vuestra paciencia ganaréis vuestras almas” (Lucas 21:19). La paciendo es también una gran virtud para calmar ánimos: “Con larga paciencia se aplaca el príncipe, y la lengua blanda quebranta los huesos” (Proverbios 25:15). Es un fruto del Espíritu Santo que necesitamos en muchas situaciones de la vida.

 

“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos [los héroes de la fe del capítulo 11], despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios” (Hebreos 12:1,2).

 

12. PERSEVERANCIA. Cada día estamos más cerca al cielo. La promesa de Jesús es que “el que persevere hasta el fin, éste será salvo” (Marcos 13:13). “Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida” (Apocalipsis 2:10).

 

De la siguiente manera quiero perseverar: “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra” (2 Crónicas 7:14).

13. PRUDENCIA. La prudencia es moderación y cautela en la manera de actuar. Quiero tener sensibilidad y buen juicio en mi manera de tratar a las personas. Seré victoriosa si sigo el consejo del apóstol Pablo a los efesios.

“No contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo” (Efesios 4:30-32).

14. PROSPERIDAD. La prosperidad que considero más valiosa es la que Dios describió a Josué: “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien” (Josué 1:8).

 

              Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,
              Ni estuvo en camino de pecadores,
              Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
              Sino que en la ley de Jehová está su delicia,
              Y en su ley medita de día y de noche.
              Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,
              Que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae;
              Y todo lo que hace, prosperará (Salmo 1:1-3).

 

15. PROTECCIÓN. Me aferro con toda confianza a esta promesa: “Padre de huérfanos y defensor de viudas es Dios en su santa morada” (Salmo 68:5). No sé lo que vendrá; pero puedo estar confiada porque vivo al abrigo del Altísimo y moro bajo la sombra del Omnipotente. Él es mi esperanza y mi castillo. Debajo de sus alas estoy segura. Dios manda a sus ángeles para que me guarden en todos mis caminos (véase el Salmo 91).

 

                  El Salmo del Viajero
                  A
lzaré mis ojos a los montes;
                  ¿De dónde vendrá mi socorro?
                  Mi socorro viene de Jehová,
                  Que hizo los cielos y la tierra.
                  No dará tu pie al resbaladero,
                  Ni se dormirá el que te guarda.
                  He aquí, no se adormecerá ni dormirá
                  El que guarda a Israel.
                  Jehová es tu guardador;
                  Jehová es tu sombra a tu mano derecha.
                  El sol no te fatigará de día,
                  Ni la luna de noche.
                  Jehová te guardará de todo mal;
                  El guardará tu alma.
                  Jehová guardará tu salida y tu entrada
                  Desde ahora y para siempre (Salmo 121).

 

16. PROCLAMACIÓN. Quiero tener éxito y victoria en proclamar el evangelio de Jesucristo. El apóstol Pablo pidió a los efesios que oraran por él “a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio, por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar” (Efesios 6:19,20).

 

“Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios” (Hechos 20:24).

 

17. PARIENTES. Doy gracias a Dios por mi familia y deseo que ellos sean victoriosos. Mi mayor preocupación es por mis tíos, cuñados, sobrinos, y otros parientes que no son salvos. Constantemente los presento a Dios en oración porque quiero encontrarme con todos ellos en el cielo. Lo que el apóstol Juan le deseó al amado anciano a Gayo es lo que deseo para cada uno de mis seres amados: “… que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma” (3 Juan 1,2).

 

Aquí estoy rodeada de mi hija Carina y su familia

Aquí estoy rodeada de mi hija Carina y su familia

  

Mis nietos son mi gran tesoso

Mis nietos son mi gran tesoro

18. PIES. Tengo algunos problemas de salud, entre ellos neuropatía en mis pies y manos. Aunque es un asunto bastante doloroso, no quiero concentrarme en ello sino en el Señor, mi Sanador. Antes que yo tuviera el problema, Dios ya tenía la solución. Tal como el siervo de Dios Job espero con paciencia mi milagro.

Mi hija Eva-Marie dijo una vez: “Aunque Dios no me sane, igual lo voy a servir.” Así es, la sanidad de nuestro cuerpo físico es insignificante en comparación con el bienestar de nuestra alma. En el cielo tendremos un cuerpo perfecto.

 

19. PUBLICACIONES. Dios ha puesto en mi corazón sembrar la Semilla de Amor y una manera de hacerlo es mediante mis páginas en la Internet. Espero que éste sea un año de gran victoria en la publicación de materiales de inspiración.

 

          http://hermanamargarita.com
          Artículos de inspiración y material de enseñanza

 

          http://misperlitas.wordpress.com
         
Historias para niños y maestros de niños

 

          http://entrecorazones.wordpress.com
          La página especial para mujeres

 

          http://clubperlita.com
          Historias de inspiración para niños

 

          http://finoarte.wordpress.com
          Ayudas para traductores de inglés a español

 

          http://kelund.wordpress.com
          Blog en inglés con curiosidades de mi vida

 

20. PERLITAS. Hace 45 años empecé a publicar en Perú historias para niños; eran revistas sencillas impresas en mimeógrafo. Cuando nos mudamos a Bolivia, Dios cumplió mi deseo de publicarlas con fotos de niños. Los años que trabajé con Editorial Vida en la producción de Vida Nueva tuve que “enterrar” mis perlitas. Ahora han resucitado. Ya publiqué 60. Espero seguir poniendo cada semana una nueva historia en http://misperlitas.wordpress.com y en http://clubperlita.com.

 

¿Se cumplirán mis deseos? ¿Seré victoriosa? Sí, con la ayuda de mi amado Salvador. Para ti también éste puede ser un año de victoria.

 

Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de
nuestro Señor Jesucristo. –1 Corintios 15:57

 

About the Author

Redactora de materiales pedagógicos con la gran pasión de difundir el amor de Dios y su poder salvador.