Personajes resaltantes del libro de Hechos

Personajes resaltantes del libro de Hechos

Quiero resaltar aquí la serie de lecciones que enfocan personajes resaltantes del libro de Hechos. Cada vida presentada tiene algo especial. La mayoría de los personajes nos inspiran para el bien, algunos nos advierten contra el mal.

Lecciones en la página: PERSONAJES DE HECHOS

Deseo que por medio de estos estudios tú y tus alumnos puedan profundizar su relación con el Señor. ¡Ojalá todos llevemos una vida en la plenitud del Espíritu Santo!

¿Cuánto sabes de los Hechos?

¿Cuánto sabes tú y cuánto saben tus alumnos del libro de Hechos de los Apóstoles? Ahora tiene la oportunidad de aprender más. Lucas, el escritor de este libro, nos dice que en su primer tratado (el Evangelio según Lucas) habló acerca de las cosas que Jesús «comenzó a hacer y a enseñar». El libro de Hechos es el relato de lo que Jesús siguió haciendo; pero ya no como una persona que caminaba en Israel, sino por medio de sus fieles seguidores. ¡Qué emocionante es estudiar sus vidas!

El libro de Hechos es precisamente lo que su nombre indica: un libro de acción. Hombres y mujeres hacen la obra de Dios, dirigidos por el Espíritu Santo a proclamar las buenas nuevas de la salvación.

Este libro no es en primer lugar los «hechos de los apóstoles», sino la obra del Espíritu Santo por medio de los apóstoles. La primera lección habla justamente de esto: el poderoso derramamiento del Espíritu Santo para investir de poder a los discípulos. Luego se cumple lo que Jesús había prometido, según San Marcos 16:15-18.

«Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes ayudándoles el Señor y confirmando la Palabra con las señales que la seguían» (Marcos 16:20). ¡Qué maravillosa experiencia para los fieles seguidores de Cristo!

Determina tu objetivo

Quisiera hacer a todos los maestros una pregunta personal: ¿por qué enseñas? ¿Cuál es tu objetivo? Toma un papel y escribe lo que deseas que Dios haga como resultado de la enseñanza de las lecciones que enseñas. ¿Cuáles son los frutos que deseas ver en la vida de tus alumnos?

Repasa a menudo lo que has escrito y evalúa tu progreso. Ora y trabaja con el fin de alcanzar tus metas.

¿Conocen tus alumnos al Señor Jesús como su Salvador? Tu objetivo principal debe ser ganarlos para Cristo.

¿Saben ellos lo que la Biblia enseña acerca del poder del Espíritu Santo? Tu segundo objetivo debe ser llevarlos a una vida de plenitud en el Espíritu Santo. Pero recuerda que nunca podrás llevar a tus alumnos más allá de tus propias experiencias.

¿Estás lleno del Espíritu Santo? ¿Has experimentado ese bautismo de poder? ¿Se manifiestan en tu vida los frutos de esa plenitud? No quedes satisfecho con menos que lo mejor: la plenitud del Espíritu Santo. El libro de Hechos muestra la maravillosa obra del Espíritu a través de sus siervos. No es una obra de ayer… ¡hoy está tan presente como en esos días! El Espíritu Santo quiere obrar maravillas por medio de ti! Ponte como un insrumento en sus manos.

Cada lección es una semilla

Cada lección que presentas es una semilla de la Palabra de Dios. Esa semilla lleva consigo una preciosa promesa:

«Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.» Isaías 55:10,11

¡Qué bueno es sembrar esa semilla a temprana edad en la vida de los alumnos! En sus tiernos corazones va a germinar y crecer.

Como en la vida natural no se ve fruto el día siguiente de sembrar la semilla, es igual en el mundo espiritual. No verás fruto de una vez. Sé paciente al sembrar la Palabra. Trabaja la sementera de rodillas, regándola con lágrimas. En otras palabras, ora mucho al Señor; si es posible, con lágrimas.

«Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.» Salmo 126:5,6

No te desalientes, querido maestro, si de vez en cuando la tierra de los corazones es dura. Sigue sembrando la Palabra, ablandando la tierra con tus lágrimas.Un día nuestra labor habrá terminado. Estaremos en la presencia de nuestro Salvador. Espero que Él pueda decir de nuestro servicio: «Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu Señor» (Mateo 25:28).

Conoce a tus alumnos

Para sembrar la semilla de forma eficaz tienes que conocer a tus alumnos: la vida de ellos, sus problemas (aunque pequeños), su escuela, su ambiente de hogar. Manten toda esta información en una libreta de apuntes; una hoja para cada alumno. Conforme los vayas conociendo mejor, completa la información.

Visita a tus alumnos en sus hogares. Si los padres no son creyentes, ora al Señor que te ayude a ganarlos para Cristo. Prepara cada lección pensando en una aplicación personal para la vida de ellos.

Ora por cada uno (por nombre), pidiendo que sean salvos y llenos del Espíritu Santo.

Prepara con esmero cada lección

Tal vez es por demás decirlo, pero no hace daño recordarte que debes ir siempre bien preparado para presentar la lección.

Antes que nada, ¡prepárate a sí mismo! Pide al Señor que te enseñe la lección para que así puedas enseñarla a tus alumnos. Aplica las verdades del evangelio a tu propia vida primero. Luego de estar preparado espiritualmente, prepara el tema que vas a enseñar.

Las ayudas que ofrecemos

Las lecciones que ofrecemos son un complemento, una ayuda; pero no son lo principal. La Biblia, la Palabra de Dios, es lo primordial. Ella es la fuente de nuestra mayor inspiración. ¿De acuerdo?

En esta serie de los Hechos, cada semana los alumnos se irán familiarizando con un nuevo personaje del libro de Hechos. Sugiero que prepares una cartulina con el título: Personajes de Hechos. Dibuja (o escriba el nombre) en la cartulina cada nuevo personaje que vayan conociendo. Los alumnos puedan turnarse en hacer los dibujos.

Tenemos también dibujos para que hagas un resumen visual.

Para captar el interés: bajo este título viene cada semana una pequeña historia de la vida diaria. Úsala como introducción a la clase si te parece conveniente. Mejor todavía: ¡usa tus propias ilustraciones! Para estas historias hay una o más láminas para ilustrarlas. Están en color, grises o b/n.

Lección bíblica: la lección que ofrecemos es una de las muchas maneras de presentar el relato bíblico. Por favor, no lo leas ante la clase. La lección que te ofrecemos es solamente una ayuda para que prepares la lección. Por supuesto, en caso de emergencia, puedes leer la lección; pero tus enseñanzas deben ser dadas, en lo posible, directamente de la Biblia. Haz un bosquejo de la lección y colócalo dentro de tu Biblia.

Aplicación: todas nuestras lecciones bíblicas traen unas palabras finales, que deben ser como flechas al corazón. Las sugerencias que yo doy tal vez no sean lo adecuado para tu clase. Pide al Espíritu Santo que te ayude a aplicar cada lección a la realidad que viven los niños a quienes enseñas.

Versículo para memorizar: opino que el versículo para memorizar es lo más importante de la lección. Si el
versículo queda grabado en el corazón de los alumnos, y entienden su significado, es un «tesoro» almacenado para toda la vida. Los alumnos con el tiempo olvidarán nuestras palabras; pero el tesoro de la Palabra de Dios quedará en sus corazones para siempre. En momentos de angustia, cuando necesitan consuelo, el Espíritu Santo lo traerá a su memoria.

Para todas las lecciones hay un versículo para imprimir. Si son de dos páginas se puede pegar una hoja contra otra, o una hoja bajo la otra para que salga una hoja larga.

Actividad de repaso: estas actividades son para dar el toque final a la lección. Si no te queda tiempo para esta actividad, no te aflijas. Lo más importante es que dediques todo el tiempo necesario para que los niños aprenda el versículo para memorizar. También puedes usar como repaso la hoja para colorear o la hoja de actividad bíblica, cosas que acompañan a cada lección.

Ayudas didácticas: cada lección viene con láminas en color, grises, o blanco y negro. Como ya mencioné, hay también hojas con el versículo para memorizar. Si no tienes posibilidad de imprimir las láminas, haz sencillos dibujos en la pizarra.

Multimedia: para cada lección hay un multimedia. Si no puede usarlo en un equipo electrónico, espero que le sirvan las láminas del PDF. Si la iglesia tiene equipo de multimedia, hable con el pastor para mostrar las lecciones a toda la iglesia. Puede ser como promoción de lo que se está enseñando.

Espero que te animes a enseñar esta serie de lecciones, que pueden ser de gran inspiración para seguir en las pisadas de Cristo, como hicieron los apóstoles, guiados y fortalecidos por el Espíritu Santo.

¡Qué Dios te bendiga y ayude en tu importante labor de enseñar la Palabra! Mándame tus comentarios, y fotos de tu clase; eso me inspira a seguir adelante y preparar más lecciones.

En las siguientes semnas tendremos en La Perlita historias de la poderosa obra del Espíristu Santo en el Antiguo Testamento, por medio de su siervo Eliseo. ¡Acompáñanos en MIS PERLITAS!

Con amor en Cristo,

Hermana Margarita

 

 

About the Author

Redactora de materiales pedagógicos con la gran pasión de difundir el amor de Dios y su poder salvador.