Recuerdos de Navidad

Recuerdos de Navidad

 

El otro día recibí un saludo de mi amigo Paco con un recuerdo del verdadero significado de la Navidad: “Dios con nosotros”. En medio del comercialismo y las tradiciones que varían de país en país, la realidad que nos une a todos es que Dios vino a habitar entre nosotros. Él es:

 

El Niño que vino, el Rey que vendrá.

 

Recibí una tarjeta de mi amiga Teresa, que es como una segunda hija para mí, con el equivocado concepto que muchos tienen, de que “el niño nacerá”. Una vez por todas vino Jesús en las condiciones más humildes y nació en aquel establo de Belén, pero no “nace” cada Navidad, aunque en cierto sentido sigue “naciendo” cada día en el corazón de todo aquel que lo acepte.

 

Es conmovedor pensar que Dios se hizo hombre, que con inmenso amor entregó su vida por salvar a la humanidad perdida. Lo más maravilloso es que un día volverá. Ya no será en el anonimato, sino como dice la Palabra: “todo ojo lo verá”. Jesucristo el Salvador es el Rey de reyes y Señor de señores, que gobernará en gloria por toda la eternidad.

 

En mis más de sesenta años de vida he recogido muchos recuerdos de Navidad. No recuerdo muchas actuaciones en las que participé pero si he dirigido “actuaciones” con mis alumnos de la escuela dominical. Esta foto es de Canadá, donde pasamos la Navidad cuando íbamos camino a la obra misionera de mis padres en Perú.

 

Soy la niña que tiene la estrella "J".

Soy la niña que tiene la estrella "J".

 

Mi primer recuerdo del Perú y de traer alegría a niños menos afortunados es de Tarma. No contábamos con muchos medios económicos pero compartimos lo poco que teníamos y compramos regalitos para los niños. Nunca olvidaré la alegría que se dibujó en el rostro de los niños que recibieron los regalos. En los años que pasé en Huancayo tuve muchas oportunidades de alegrar a los niños de nuestra escuela dominical. En la foto vemos jóvenes repartiendo alimentos y también los regalos que recibieron las familias en la iglesia.

Siempre es más bienaventurado dar que recibir.

Siempre es más bienaventurado dar que recibir.

 

Una costumbre de mi tierra natal, Suecia, es la del candelero de Adviento. Cuatro domingos antes de la Navidad se enciende una vela y luego cada domingo se va encendiendo una más hasta que llegue la Navidad. Esta tradición me hace pensar en la importancia de cada vida que ganamos para Cristo. La vela grande representa a un niño que se entrega Cristo, pues tiene toda una vida para brillar por Él. La siguiente vela representa al joven, la otra al adulto, y la pequeña al anciano.

 

 Un niño tiene toda una vida para brillar para Cristo.

 

Aquí tengo mis cuatro velas y mis cuatro tesoros que tienen la vida por delante para brillar para Cristo. David, Lana, Brianna, y Sarita son mi inspiración y la razón que me motiva a seguir adelante. Si nuestro Rey Jesús no viene todavía a llevar a su Iglesia al hogar celestial, ellos llevarán adelante la obra de Dios.

Mis velas de Adviento y los tesoros de mi corazón.

Mis velas de Adviento y los tesoros de mi corazón.

 

 

 

La Navidad más feliz de mi vida la pasé cuando mis hijas eran pequeñas y vivíamos en Suecia. Mi esposo había pasado varios meses en Perú enseñando a los alumnos del Instituto Bíblico Betel, sin contar con remuneración económica. La billetera estaba vacía pero el corazón estaba henchido de alegría por el privilegio de servir a Cristo. El gozo no está en los bienes materiales y esa Navidad lo experimenté muy vívidamente. No tenía que preocuparme de nada más que disfrutar de la compañía de mi esposo y mis hijas.

Mis hijas y una amiga haciendo galletas jengibre.

Mis hijas y una amiga haciendo galletas jengibre.

 

Este año voy a añadir recuerdos a mi colección. Cuando uno llega al estado en que me encuentro ahora, en que el dolor físico me tiene bastante impedida y que la soledad es mi constante compañera, los recuerdos llegan a ser joyas. Cada una de las personas que visitan esta página es un tesoro. ¡Ustedes me inspiran a luchar!

 

Mis planes para el 2010 son de jubilarme de mi trabajo y dedicar todo mi tiempo a preparar materiales de enseñanza. Quiero ir a vivir cerca de mi hija y mis nietos; ahora estoy a tres horas de viaje de donde ellos viven. Espero también ir a algunas iglesias a dictar seminarios para maestros. Mi vida es una ofrenda de amor a mi Salvador.

 

¿Cuáles son tus mejores recuerdos de Navidad? No olvides que Cristo es Dios con nosotros”. Él vino; pero lo más precioso es que vendrá. No sabemos el momento ni la hora; pero las señales de los tiempos indican que está pronta su venida. ¡Que el gozo y la esperanza de que Él pronto vendrá llenen tu vida en esta Navidad y siempre!

 

¿Qué lugar ocupa en tu corazón el Rey de reyes?

¿Qué lugar ocupa en tu corazón el Rey de reyes?

 

 

 

Mis puertas abiertas te esperan

 

A rústico albergue llegaste Señor
Ni un sitio te hicieron en todo el mesón;
Apenas las bestias te dieron calor,
Y allí entre pajas naciste, Señor.

 

A todas las puertas tu madre llamó,
Y nadie a su angustia la puerta le abrió;
Hallaste la vida cerrada al amor,
Y sólo un pesebre el hombre te dio.

 

Florece en mi vida la nueva canción
Que al mundo trajiste naciendo en Belén;
No importa que encuentres cerrada el mesón,
Mis puertas abiertas te esperan, Señor.

Francisco E. Estrello

 

 

¡NOVEDAD!

Cada semana encontrarás una nueva historia para niños en:

http://misperlitas.wordpress.com

 

About the Author

Redactora de materiales pedagógicos con la gran pasión de difundir el amor de Dios y su poder salvador.