La satisfacción de un trabajo bien hecho

La satisfacción de un trabajo bien hecho

 

Nadhy Dunkley de pié junto a la sigla de ruedas.

Nadhy Dunkley de pié junto a la silla de ruedas.

Sin duda has sentido la satisfacción de un trabajo bien hecho. Hoy he tenido esa inmensa dicha. Por más de un año tuve en mis manos el manuscrito de un hermoso testimonio de una joven panameña. He trabajado duro y parejo para arreglarle el libro, después que mi amigo Luis Bernal le dedicó bastante trabajo. Sentí que me corría por las venas la adrenalina y me llené de emoción cuando me entregaron el primer ejemplar.
Desde mi tiempo de misionera en Perú y Bolivia he tenido el gran deseo de ayudar a escritores latinoamericanos, especialmente a jóvenes, y estoy segura que Dios me puso en el camino de Nadhy Dunkley para ayudarla a publicar su testimonio.

 

Tengo que agradecer infinitamente a mis amigos Jorge y Malena Tobar que me ayudaron con el diseño para el libro; luego no fue tan pesado para mí hacer el diagramado. Jorge es el que me está ayudando a diseñar esta página en Internet. Si miras a la izquierda bajo “Amigos” verás el enlace Producciones Nissi para visitar la página de ellos. Observarás que Dios ha premiado a Jorge con gran talento para el diseño gráfico. Él está muy activo en la obra del Señor, especialmente en el campo de la música y la juventud.

He llegado a ser como una segunda madre para Nadhy, y esta noche fue interesante conversar con la primera madre de esta joven. Cuando Nadhy se entere de que su libro por fin ha sido publicado va a saltar de alegría. Ella necesita nuestras oraciones porque nuevamente ha sido atacado su cuerpo con debilidad física. No te pierdas la lectura del hermoso testimonio de mi amada “hija” panameña, que todavía no tengo el privilegio de conocer en persona.

¿Qué haces tú que trae gran satisfacción a tu vida? Aunque sea algo que otros pudieran hacer mejor, sigue adelante y hazlo lo mejor posible según tu capacidad. Hablando de la mujer que ungió los pies de Jesús con un costoso perfume, que los lavó con sus lágrimas, y que luego los secó con sus cabellos, el Señor dijo: “Esta ha hecho lo que podía” (Marcos 14:8). Dios no espera nada más de ti y de mí, sólo que hagamos lo que podemos. ¡Y que lo hagamos con todo empeño!

Ya conversaremos otro día más acerca de este tema. Por ahora quiero animarte a seguir con tus proyectos de servicio, y si no los tienes, ¡búscate uno! Nadie es más feliz que aquel que sirve a los demás. Jesucristo no vino para ser servido, sino para servir. Si queremos seguir en sus pisada, eso nos toca hacer.

Si tienes posibilidad de hacerlo, descarga el libro e imprímelo. De lo contrario, puedes leer el libro de Nadhy en pantalla. Inspírate. Quizá tu libro sea el próximo que pongamos en esta página de Semilla de Amor. Si no es un libro, pudiera ser un artículo sobre algún tema inspirador, o algún poema. Si quieres contribuir con un dibujo o alguna caricatura, ¡bienvenido! Toda correspondencia me llega a: info@hermanamargarita.com.

¿Sabes cuál será la mayor satisfacción? El día que estemos en la presencia de nuestro Salvador y Rey, y humildemente miremos su rostro cuando nos diga: “Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor” (Mateo 25:23).

¡Nada en el mundo se compara con el gozo de servir a Cristo!

About the Author

Redactora de materiales pedagógicos con la gran pasión de difundir el amor de Dios y su poder salvador.