¿Dónde está el niño?

¿Dónde está el niño?

Cómo darle verdadero significado a la Navidad

 

En cierta oportunidad unos flamantes padres, hicieron una fiesta de honor al nacimiento de su primogénito, invitando a parientes y amigos; pero en medio del afán de recibir a las visitas, olvidaron al niño.

 

De pronto, la madre recordó la razón del festejo y fue en busca de su pequeño, pero a primera vista no lo halló. “¿Dónde está el niño?”, preguntó desesperada, mientras lo buscaba. Al fin lo encontró, casi asfixiado, debajo de unos abrigos que las visitas habían puesto en la cama del dormitorio.

 

¿Dónde está el niño? es la pregunta que hacemos al ver cómo se ha comercializado la Navidad. Entre todas las ofertas de los comerciantes, yace el niño, sofocante.

 

Hay mucha controversia respecto a la celebración de la Navidad y hay iglesias que se oponen a celebrar esta fecha como el nacimiento de Jesús. Hice en el mes de julio una encuesta para reunir opiniones. No es mi propósito entrar en detalles sobre el resultado porque las opiniones varían tanto como las costumbres de los festejos. La conclusión general fue: lo importante es cómo celebramos esta fecha.

 

De un programa de Navidad en Huancayo, Perú

De un programa de Navidad en Huancayo, Perú

En algunas iglesias se presentan dramas y se hacen programas especiales que requieren de mucho tiempo y preparación. Un amigo tuvo una experiencia que lo tocó muy a fondo. En su iglesia estaban preparando un drama detallado que se presentaría para atraer gente a la iglesia. En uno de los últimos ensayos, llegó a la iglesia una pareja que parecía muy desconcertada. Estos jóvenes querían hablar con el pastor pero él estaba tan ocupado con el drama que no tuvo tiempo para ellos. “Llamen mañana a la oficina”, les dijo. Este trato descuidado de dos personas angustiadas le dolió en el alma a mi amigo. Tristemente, muchas veces nos ocupamos tanto en los “programas” que olvidamos a la gente para quienes hacemos esos programas.

 

Recuerdo de Tarma, Perú, en 1961

Recuerdo de Tarma, Perú, en 1961

No importa que el 25 de diciembre no sea la fecha en que nació Jesús, lo importante es que Él vino. El mundo celebra esta fecha, y aunque durante todo el año las personas no recuerdan al “niño”, ese día sí lo hacen. Aprovechemos la celebración para anunciar lo que realmente significa la venida de Cristo: salvación para un mundo perdido y la gloriosa esperanza de que Él volverá.

 

¿Qué le parece, si en esta Navidad realzamos de manera diferente el significado de la venida de Jesús al mundo? ¿Cómo sería si ayudáramos a los niños a olvidar un poco el afán de los regalos, para ofrecer, en cambio, amor y cariño a una persona necesitada?

 

La Biblia enseña que es más bienaventurada cosa dar que recibir, y esa verdad debemos inculcar en los niños, ya sea en el hogar, en la clase de la escuela dominical, o en cualquier otra reunión. Para mí las navidades más felices han sido cuando me he ocupado en hacer algo para alegrar a los menos afortunados. Aunque no tengamos muchos bienes materiales, siempre habrá alguien que tiene menos y a quien podamos alegrar.

 

En nuestro hogar inicié una tradición de Navidad que mis hijas apreciaban mucho. El 24 de diciembre me levantaba temprano, ponía la mesa con gran esmero, la decoraba, y les preparaba un suculento desayuno con todo lujo de detalles. Así iniciábamos el festejo del nacimiento de nuestro Salvador. Lo que me alegra es que mi hija Carina hasta ahora lo recuerda. A Evita no se lo puedo preguntar porque ya está en el cielo; pero si estuviera aquí seguro que lo recordaría.

 

Niñas portadoras de luz

Niñas portadoras de luz

Entre las respuestas que recibí a mi “encuesta” sobre la Navidad y su celebración, un amigo dice que en su familia celebran la Santa Cena en Nochebuena. Me parece excelente idea, pues Cristo nos mandó celebrar esta cena en memoria de su sacrificio por nosotros pero también como anuncio de que volverá y que un día la celebraremos juntos en casa de nuestro Padre. Este es otro motivo de que celebremos con “pompa” la Navidad: ¡nos recuerda que CRISTO VIENE PRONTO!

 

En la Navidad del 2008 tuve la dicha de regalar Biblias a más de cien familias. El dinero lo recibí de mi iglesia y de algunos amigos, y la compra y repartición de las Biblias la hizo mi amiga Edita –que en paz descanse; ahora está gozando en la presencia de Cristo–, pero la iniciativa fue mía. Aunque usted no pueda regalar cantidad de Biblias, por lo menos regale una esta Navidad. No hay mejor regalo que la Palabra de Dios.

 

¡Que esta Navidad sea una fecha de regocijo! Prepare junto con los niños –sus hijos o sus alumnos– un plan de acción para alegrar a personas enfermas, necesitadas, o recluidas en algún centro penal. Deje que ellos den las ideas y ayúdelos a llevarlas a cabo. No haga un gran plan, tal vez inalcanzable. Es preferible alegrar con algún regalito a dos o tres personas, que planificar una gran “acción” que, al fin y al cabo, no se llegue a realizar.

 

Sugerencias para festejar la Navidad con los niños de su clase:

 

  1. Prepare unos ricos panes de Navidad para obsequiar a personas ancianas.
  2. Haga tarjetas de Navidad y obséquielas junto con alguna fruta a personas necesitadas.
  3. Llene una canasta con víveres y llévela a una familia numerosa (cada niño pone algo en la canasta).
  4. Haga una “fiesta sorpresa” al pastor de la iglesia y su familia.

 

No pierda al “niño” en el ajetreo de las festividades, aunque sabemos que Cristo ya no es el pequeñito de Belén sino el Salvador y Rey. Festeje el recuerdo de su nacimiento con aquello que más alegra el corazón de Dios: servir a los demás. No dude que a los niños les encantará participar en los preparativos y sentirán gran satisfacción al ofrecer gozo y alegría en la temporada de Navidad.

 

¡Que esta Navidad cobre su verdadero significado para usted y para los niños!

 

Para poesías y sencillos dramas, vaya a “Páginas” y haga clic en “Programas de Navidad”.

About the Author

Redactora de materiales pedagógicos con la gran pasión de difundir el amor de Dios y su poder salvador.