Año del Espíritu Santo

Año del Espíritu Santo

 

LOGO 2015 v2Estoy celebrando 50 años de servicio misionero, aunque en realidad son 60 años. Hace cincuena años desde que salí de Suecia como misionera con rumbo al Perú; pero hace sesenta años desde que fui bautizado con el poder del Espíritu Santo y también fui bautizada en agua. ¡Qué gran privilegio he tenido de servir a Jesús toda mi vida!

Jesucristo prometió a sus discípulos que les enviaría el Consolador, para que esté con ellos siempre, y que recibirían poder para ser sus testigos, hasta lo último de la tierra. En el día de Pentecostés recibieron el poder de lo alto y salieron a proclamar las buenas nuevas de la salvación. Dondequiera que iban, la gente recibía la salvación, los creyentes eran bautizados en agua, y subsecuentemente recibían la llenura del Espíritu Santo. Los acompañaban señales y prodigios, y el evangelio se fue extendiendo poderosamente.

Tristemente, el entusiasmo de los primeros cristianos lentamente fue desvaneciendo y la Iglesia se convirtió en una institución organizada. En algún momento, alguien tuvo la negativa idea de que el poder y los dones del Espíritu habían sido sólo para los primeros cristianos, que los tiempos de señales y prodigios eran cosa del pasado.

Pero no es así. El Espíritu sigue obrando poderosamente en todo lugar donde se acepte su señorío y en cada vida que abra su corazón para recibir sus dones.

HAZLO DE NUEVO

A fines del año pasado Dios habló a mi corazón de que debía declarar 2015 como el Año del Espíritu Santo.

William Booth, fundador del Ejército de Salvación, hizo esta oración:

«Señor, hazlo de nuevo. Pido que el Espíritu nuevamente capacite a tus discípulos para testificar y confirmar tu Palabra con señales y prodigios. Queremos ser tus testigos en los últimos tiempos.»

Cada año y cada día deben ser del Espíritu Santo, pero a menudo los quehaceres de la vida toman precedencia y olvidamos el poder y la presencia de nuestro maravilloso Consolador, que ha sido enviado para estar a nuestro lado y capacitarnos para la obra de evangelizar al mundo.

Para que no olvidemos su poder y centremos la obra del ministerio en lo que Él quiere hacer en nuestras vidas, declaro a 2015 como el Año del Espíritu Santo. Proclamemos de todo corazón: «Espíritu Santo eres bienvenido en mi vida.»

Quiero que su presencia y su poder impregnen todo lo que hago. Quiero ser renovada en el poder del Espíritu Santo. Como William Booth mi corazón clama al cielo: «¡Hazlo de nuevo!»

LA UNCIÓN DEL ESPÍRITU

Quiero tener en mi vida el «pentecostés» que tuvieron los apóstoles. El poder que recibieron también María, la madre de Jesús, y sus hermanos. Ese poder que hizo valiente sobremanera a Pedro el pescador, que en los momentos más obscuros negó a su Maestro; pero que después de ser lleno del Espíritu fue un testigo intrépido, que siguió hasta la muerte en las pisadas de Jesucristo.

Quisiera que mis nietos y todos los niños a quienes llegan las enseñanzas del ministerio que Dios ha puesto en mi corazón puedan experimentar la poderosa unción del Espíritu Santo, así como la tuve yo a los ocho años de edad.

Vivíamos en Suecia, en la ciudad de Askersund. No recuerdo si teníamos servicios de avivamiento o si sólo eran los cultos regulares es esa oportunidad; pero sí recuerdo que los niños participábamos activamente. Mi gran deseo era ser llena del Espíritu Santo y hablar en lenguas.

Cuántas noches me quedé después del culto para orar, no lo sé. Mi padre estaba de viaje visitando iglesias para inspirar acerca de la obra misionera. Mi madre tenía que atender a mis hermanitos y no podía quedarse para las reuniones de oración. Alguien se ofreció a llevarme a casa más tarde.

Una de esas noches de oración recibí el «regalo» que le estaba pidiendo a Dios. Nunca olvidaré lo feliz y emocionada que me sentí. Fui bautizada con el Espíritu Santo y hablé en lenguas. Ese privilegio de hablar con Dios, inspirada por el Espíritu Santo y en un idioma desconocido para mí, ha sido un gran consuelo y una poderosa ayuda a través de los años.

La presencia del Espíritu Santo en la oración se hace más dulce cada día. Por eso me duele mucho que haya tantas iglesias que no creen que los dones del Espíritu Santo son para hoy.

Era la medianoche cuando llegué a casa para contarle a mi madre la buena noticia. Ella estaba medio dormida cuando me abrió la puerta y no expresó el entusiasmo que yo esperaba. Pero estoy segura de que se sintió muy feliz. ¡Qué días gloriosos fueron aquellos! ¡Cómo quisiera que todos los niños, jóvenes y adultos reciban la plenitud del Espíritu Santo!

UN NUEVO PENTECOSTÉS

Dios quiera que en 2015 tengamos un nuevo «pentecostés». Los discípulos, después del Pentecostés en Jerusalén, hicieron extraordinarias maravillas. Dios no ha cambiado. Lo que hizo ayer lo puede hacer hoy. «Señor, levanta a tu pueblo con poder. Manifiesta tu gloria. Aviva tu obra en medio de los tiempos, así como oró Habacuc.»

«Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí. Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, en medio de los tiempos hazla conocer» (Habacuc 3:2).

¡Amén! Estemos abiertos a todo lo que el Señor quiere hacer en nuestras vidas y a través de cada uno de sus hijos. Ruego a Dios que ponga en tu corazón el deseo de ser renovado, de ser ungido con aceite fresco, y de recibir una nueva llenura del Espíritu Santo este año. Podemos «trastornar» el mundo en nombre de Cristo, al igual que los discípulos de antaño, si sólo dejamos que el Espíritu Santo obre libremente en nosotros y por medio de nosotros.

«Estos que trastornan el mundo entero también han venido acá» (Hechos 17:6).

El Libro de Hechos contiene la increíble historia de cómo el Espíritu Santo obró a través de los primeros apóstoles y discípulos. ¡Dejemos que el Espíritu Santo obre a través de nosotros este año para ver increíbles milagros de salvación y liberación!

EJEMPLOS DE LOS HECHOS

1:8 – Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

2:4 – Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.

2:41,42 – Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas. Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.

3:6-9 – Mas Pedro dijo: «No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.» Y tomándole por la mano derecha le levantó; y al momento se le afirmaron los pies y tobillos; y saltando, se puso en pie y anduvo; y entró con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios. Y todo el pueblo le vio andar y alabar a Dios.

4:18-20 – Y llamándolos, les intimaron que en ninguna manera hablasen ni enseñasen en el nombre de Jesús. Mas Pedro y Juan respondieron diciéndoles: «Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.»

4:29-31 – «Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús.» Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.

5:12-16 – Y por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo; y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón. De los demás, ninguno se atrevía a juntarse con ellos; mas el pueblo los alababa grandemente. Y los que creían en el Señor aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres; tanto que sacaban los enfermos a las calles, y los ponían en camas y lechos, para que al pasar Pedro, a lo menos su sombra cayese sobre alguno de ellos. Y aun de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; y todos eran sanados.

5:27-29 – Cuando los trajeron, los presentaron en el concilio, y el sumo sacerdote les preguntó, diciendo: «¿No os mandamos estrictamente que no enseñaseis en ese nombre? Y ahora habéis llenado a Jerusalén de vuestra doctrina, y queréis echar sobre nosotros la sangre de ese hombre.» Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: «Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.»

6:8 – Y Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía grandes prodigios y señales entre el pueblo.

19:11,12 – Y hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo, de tal manera que aun se llevaban a los enfermos los paños o delantales de su cuerpo, y las enfermedades se iban de ellos, y los espíritus malos salían.

Éstos son algunos ejemplos. Como oró William Booth, mi corazón clama: «¡Hazlo de nuevo!» Oro también así como Habacuc: «Aviva tu obra en medio de los tiempos».

UNA IGLESIA ¿TIBIA O CALIENTE?

Jesús está a la puerta y llama. La advertencia dada a la iglesia de Laodicea es tan pertinente hoy como cuando Jesús dijo esto por primera vez. Seamos «calientes», ¡encendidos por el fuego del Espíritu de Dios!

El mensaje a Laodicea: Apocalipsis 3:14-21

Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto: Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.

Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.

Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.

Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.

UN AÑO UNGIDO POR EL ESPÍRITU

¡Que éste sea un año ungido como nunca antes por el Espíritu Santo! ¡Que el Espíritu de Dios nos renueve, nos unja con aceite fresco, y nos llene de poder para glorificar a Dios con señales y prodigios!

Abre tu corazón para recibir todo lo que Dios quiere darte. ¡Que 2015 sea un año de Pentecostés, el Año del Espíritu Santo!

Para imprimir este artículo: Un nuevo Pentecostes

Visita la página: 2015 Año del Espíritu Santo.  Allí publicaremos material de enseñanza para conocer mejor al Espíritu Santo nuestro Ayudador y Consolador. Donde está el Espíritu de Dios hay libertad. ¡Gloria al nombre de Cristo!

¡Que 2015 sea un año excepcional, lleno de nuevas experiencias con Dios!

 

 

 

About the Author

Redactora de materiales pedagógicos con la gran pasión de difundir el amor de Dios y su poder salvador.