Ministerio integral hacia la niñez

Ministerio integral hacia la niñez

RBC Chulucanas

Centro de rehabilitación que ha fundado mi amiga Anita Olsson

Hace 39 años mi amiga Anita Olsson y su esposo Carlos fundaron la iglesia «Casa de Oración» en la ciudad de Chulucanas en el norte del Perú. En Chulucanas no había ninguna iglesia evangélica. El llamado de Dios para ellos era que abrieran una obra en algún lugar del Perú llamado «campo blanco».

Fue así que llegaron a la ciudad de Chulucanas, donde no encontraron ninguna iglesia evangélica. En la Plaza de Armas se encontraron con once niños a quienes preguntaron si habían escuchado acerca de Jesús, a lo cual respondieron: «nunca».

Ministerio a 3.000 niños
En mayo de 1975 tuvieron la primera reunión pública, con 45 niños. Con ellos comenzaron la primera escuela dominical en esa ciudad.

Desde entonces su enfoque de evangelización ha sido paralelamente para adultos y niños.

Actualmente el ministerio hacia la niñez se ha extendido a más de 80 lugares. Cuentan con 250 profesores que cada semana dan enseñanzas de la Palabra de Dios a 3.000 niños en el Departamento de Piura.

Programas nacidos en el corazón de Dios
Dios ha guiado a mi amiga para fundar un programa llamado RBC (Rehabilitación Basada en la Comunidad), que actualmente atiende a 90 niños con habilidades diferentes (discapacidad). En otro programa, llamado PRONAR (Protección a Niños en Alto Riesgo), trabajan con enseñanzas de prevención de maltrato infantil y abuso sexual.

Mi amiga ha tenido el privilegio de iniciar ambos programas; los dos han nacido en el corazón de Dios como respuesta a necesidades específicas de las personas más vulnerables, que no pueden hablar ni defenderse por sí mismas: los niños.

Anita y Carlos

Los misioneros Carlos y Anita Olsson

Asi relata mi amiga cómo nació el trabajo hacía los niños con habilidades diferentes:

Por razones de estudios de nuestras hijas, nos trasladamos a Suecia, país de mi esposo, donde nos quedamos durante once años. Durante ese tiempo estudié el idioma sueco y llegué a saber que Suecia tiene una red de protección a la niñez muy bien organizada.

Me capacité para trabajar en todo lo que el gobierno sueco ofrece a la niñez, porque dondequiera que me encuentre, mi pasión es la obra entre niños. Fue así que en una guardería me preguntaron si podría aceptar un trabajo como asistente personal de una niña con discapacidad. Acepté el desafío, que era nuevo para mí.

La niña Alejandra
El primer día que encontré a Alejandra, que tenía cinco años, mi corazón se llenó de amor para ella. Alejandra tenía una discapacidad física que había afectado a todos sus músculos, que eran muy débiles. Nos hicimos amigas.

Cuando Alejandra tenía siete años aceptó a Jesús como su Salvador. Recuerdo que ella tomó una hoja de papel y dibujó un corazón grande en que escribió «Jesús y Alejandra».

A partir de ese momento, cada vez que la llevaban al hospital por causa de su discapacidad, le pedía a su papá, que era ateo, que le lea la Biblia que yo le había regalado.

Alejandra murió cuando tenía nueve años de edad. Fue duro para mí. Durante los cuatro años que fui su asistente personal, pude ver de cerca que era una niña que tenía sueños, alegrías, temores, etc.

Vi su desarrollo integral, gracias a todo el apoyo que recibía de parte del gobierno con diferentes especialistas que le rodearon, como: nutricionista, ortopeda, fisioterapeuta, logopeda, terapista ocupacional, y yo como su asistente.

Vi todos los implementos adaptados que ella recibió para usar en la guardería, en el colegio y en su casa, como andador, sillas, mesas, silla de ruedas. Cuando Alejandra recibió una silla eléctrica al comenzar el primer grado, era emocionante verla correr con su silla donde ella quería, jugar a las escondidas y participar en todas las actividades de sus compañeros de clase.

Libre de todo dolor
El día de su entierro fue un testimonio para todos los presentes; sus compañeros de estudio, los padres de familia, y todos los especialistas que le habían rodeado durante el tiempo que vivió. El mensaje y las canciones acerca de que Alejandra estaba en el cielo, libre de todo dolor, fue un testimonio poderoso para decenas de personas que por primera vez visitaron la iglesia y escucharon lo que la Biblia dice acerca de la vida y la muerte.

Una visión del ministerio
Un día, en que estaba recordando a Alejandra, vino una visión acerca de la obra del ministerio de niños en Chulucanas, que mi esposo y yo habíamos fundado. Me pregunté: ¿habrán niños como Alejandra en Chulucanas? Veía en mi mente a niños en la iglesia, en las calles, en los parques infantiles, en los colegios, y en todas las actividades que se realiza para niños. Pero no veía ningún niño con discapacidad.

Me pregunté dónde estaban aquellos niños como Alejandra, si había esos niños en Chulucanas. Yo recordaba no haber visto nunca allí un niño con habilidades diferentes. Me preguntaba una y otra vez: ¿dónde están los niños con discapacidad? Luego entendí que era Dios que me estaba hablando. Le dije: «Señor, si tú quieres que yo vaya a buscarlos, estoy lista a ir.» Demoró tres años antes que iniciara el proyecto. Tenía que comunicar a nuestras iglesias sobre este llamado.

Estando aun en Suecia presenté mi solicitud a la jefa de la red de protección de niños acerca de mi deseo de trabajar en un colegio especial. Recibí el trabajo; tuve la oportunidad de ser asistente de aula en esa escuela. Encontré niños con diferentes diagnósticos, como síndrome de Down, autismo, y retardo mental: leve, mediano y severo. Aprendí mucho; vi de cerca todas las capacidades que estos niños tienen, y que con una buena atención se mejora su calidad de vida. Dios me permitió tener todas estas experiencias para que pueda dirigir un proyecto de esta naturaleza.

Capacitación y material
En nuestra iglesia había unos misioneros que habían trabajado en África con un proyecto de RBC (Rehabilitación Basada en la Comunidad). El esposo era médico rehabilitador y su esposa era fisioterapeuta. Ellos me capacitaron sobre la estrategia de RBC y me dieron el material que debía usar.

Informé a la iglesia de Chulucanas sobre este llamado y pedí que una obrera de la iglesia Casa de Oración trabaje a mi lado con seis profesoras de escuela dominical, que llegaron a ser asistentes, y lo son hasta la actualidad. De esta manera el trabajo estaría anclado en la iglesia.

Inicio del proyecto
El proyecto comenzó en enero del año 2000, con un cronograma de trabajo bien planificado. Se visitó casa por casa con una encuesta a 4.900 familias, ya que se necesitaba ubicar a todos los niños y adolescentes con discapacidad en toda la ciudad de Chulucanas.

222 niños escondidos
Era una encuesta que nos ayudó a encontrar a 222 niños que estaban escondidos. No los sacaban a la calle porque sus padres se avergonzaban de ellos. Creían que sus hijos eran un castigo de Dios; que habían cometido algún pecado; que era brujería; y otras cosas más. Les habían puesto diferentes apelativos, como: locos, minusválidos, mongolitos.

No tenían ningún tipo de rehabilitación y no les festejaban los cumpleaños. En muchos casos podíamos ver que tenían a los niños en los corrales, desaseados. Era como que solo esperaban que mueran.

La niña María
Un ejemplo es María. Encontramos a esta niña cuando tenía tres años de edad; estaba tirada en el suelo. No podía levantar su cabeza y no se sentaba. Estaba muy delgada, por la desnutrición. Su madre la había abandonado, dejándola al cuidado de su abuela anciana.

Cuando María cumplió 15 años, le hicieron una gran fiesta en el Centro de Rehabilitación RBC de Chulucanas, como se suele hacer para las quinceañeras.

Seminarios de sensibilización
Partiendo de los resultados que las encuestas dieron, se ha trabajado en la sociedad chulucanense de diferentes maneras. Con charlas y seminarios de sensibilización, usando todos los medios de comunicación, con enseñanzas acerca de las causas, con prevención y tratamiento de la discapacidad, y con derechos legales de las personas con discapacidad.

Tenemos un Centro de Rehabilitación donde llegan 90 niños diariamente, tanto de Chulucanas como de 17 caseríos. Reciben fisioterapia, terapia de lenguaje, y evaluaciones de especialistas. Allí hay un taller donde se elaboran implementos adaptados para cada niño. Paralelamente se trabaja en las casas, donde los niños pasan la mayor parte del día. Se les otorga implementos adaptados para mejorar su calidad de vida.

Quince años de labor
Este año se ha cumplido 15 años de trabajo a favor de los niños con habilidades diferentes. Ahora son parte de la iglesia y de la sociedad; se sigue sensibilizando para su inclusión en las actividades de la iglesia, en las escuelas, y en las actividades públicas de la ciudad de Chulucanas. El Señor ha llamado a personas de la iglesia que trabajan en las diferentes áreas que este trabajo requiere.

El año pasado, durante seis meses, ayudé en la obra de RBC, reforzando el trabajo en las casas. Es allí donde se descubre la verdadera necesidad de los niños y su entorno familiar, tanto material como espiritual.

Dios es el creador de las personas con habilidades diferentes (discapacidad) y Él tiene planes específicos con ellos y para ellos. Son personas creadas a la imagen de Dios, quien les ha dado dignidad, valor y propósito, como a todo ser humano.

«¿Quién dio la boca al hombre? ¿o quién hizo al mudo y al sordo,
al que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová?» Éxodo 4:11

Para imprimir este artículo: Ministerio integral hacia la ninez

About the Author

Redactora de materiales pedagógicos con la gran pasión de difundir el amor de Dios y su poder salvador.