Un instrumento útil

Un instrumento útil

Uno de los instrumentos más pequeños y más útiles es el lápiz. Mi amiga Noemí, misionera en Nicaragua, ha escrito una meditación sobre el lápiz. Cristina, mi fiel colaboradora, le ha dado el formato para publicarlo. Se trata de un lápiz en las manos de Dios. (Cristina vive en Perú y yo vivo en los Estados Unidos; trabajamos usando Skype.)

Léelo y úsalo:

Un lápiz en las manos de Dios

La oración de un lápiz 1 Uno por hoja

La oración de un lápiz 3 Tres por hoja

¡Un lápiz! Colecciono lápices y bolígrafos para utilizarlos como ilustraciones en mis enseñanzas. Éstos son algunos ejemplos de mi colección. Puse un centavo como comparación para que se note lo diminuto que es uno de los lápices.

El tamaño del lápiz no importa, siempre y cuando tenga punta afilada y esté dispuesto a ser utilizado. Puede ser gordito, puede ser flaco, e incluso puede ser un poco deformado (como el lápiz torcido), pero sirve para su propósito. ¿Qué haríamos sin lápices o bolígrafos? Especialmente las personas a quienes nos encanta escribir.

lapices 01

lapiz dispuesto

¿Quieres ser un instrumento útil?

En la última enseñanza de Jesús a sus discípulos, les dijo: «El mundo tiene que saber que amo al Padre, y que hago exactamente lo que él me ha ordenado que haga» (Juan 14:31). Todos tenemos cosas que nos gusta hacer. Pero… ¿qué es exactamente lo que nuestro Padre quiere que hagamos? Mi mayor deseo es hacer la voluntad de Dios. Quiero ser un instrumento útil en sus manos. Quiero ser un pequeño «lápiz» con el que mi Señor y Maestro pueda escribir. Quiero que Jesús escriba con mi vida lo que Él quiera, cuando quiera hacerlo, a quien a Él le plazca, y con la urgencia que Él quiera.

Un lápiz tiene que soportar el dolor de ser afilado. A veces tenemos que pasar por experiencias en que Dios nos «saca punta»… ¡nos duele! Este año he tenido algunas de esas experiencias muy dolorosas. Cuando mi Maestro me afila, me quedo en silencio en su mano, porque sé que es para mi bien.

Después que Jesús dijo que hacía exactamente lo que su Padre le ordenaba, Jesús habló de nosotros como las ramas de la vid. Jesús es la vid y el Padre es el labrador. Las ramas que no dan fruto, Él las corta, y las ramas que dan fruto, las poda, para que den más fruto.

La poda también puede ser dolorosa. Tanto el afilado de un lápiz como la poda de una rama tienen el propósito de hacernos instrumentos útiles. Aun el lápiz más pequeño es un instrumento útil, siempre y cuando sea utilizando para cumplir su propósito: ¡para escribir!

En su enseñanza a los discípulos Jesús les dijo que debían permanecer en Él, porque aparte de Él no podemos hacer nada. Si no permanecemos en Él somos como la rama que el labrador corta de la vid. Jesús prometió que si permanecemos en Él y sus palabras permanecen en nosotros, podemos pedir lo que queramos, y nos será dado. Jesús siguió dando promesas. Lee todo el discurso de Jesús en Juan 14, 15 y 16.

pide busca llama

(Amanecer en Berlín, tomado desde un avión. )

Anteriormente, en las enseñanzas que llamamos el Sermón del Monte, Jesús había prometido a sus discípulos que podían pedir, buscar y llamar, y que verían resultados. Lee la promesa en Mateo 7:7-12.

Espero que estas palabras te inspiren a ser un instrumento útil en las manos de Dios. Piensa en ti como un pequeño lápiz. Un lápiz puede ser muy sencillo, pero… ¡que útil es!

¡Hagamos exactamente lo que nuestro Padre nos ordena!

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About the Author

Redactora de materiales pedagógicos con la gran pasión de difundir el amor de Dios y su poder salvador.