Pedro y Jesús andan sobre el mar

Pedro y Jesús andan sobre el mar

¿Qué podría ser más sobrenatural para un pescador experimentado que andar sobren el mar de Galilea con Jesús? Por lo que sabemos, ¡Pedro es el único que alguna vez anduvo sobre el agua!

Los predicadores suelen concentrarse en el hecho de que Pedro comenzó a hundirse cuando vio el fuerte viento. Yo me concentro en el hecho de que Pedro se atrevió a salir de la barca y andar sobre el agua hacia Jesús. Cuando él empezó a hundirse y clamó a Jesús, el Señor se acercó a él, lo tomó de la mano, y juntos anduvieron hacia la barca y se subieron en ella (Mateo 14:22-33).

Para mí esa es la parte sorprendente de la historia. ¡Pedro y Jesús anduvieron sobre el agua! Esa fue sólo una de las muchas experiencias sobrenaturales que tuvo Pedro como seguidor de Jesucristo. Lo que Dios hizo entonces, puede hacerlo ahora. No han terminado los tiempos para experimentar lo sobrenatural.

Escribí anteriormente inspirándonos a orar por un tsunami del Espíritu Santo. Dios ha puesto este deseo en muchos corazones. ¡Hay expectativa de que venga un tsunami del Espíritu Santo!

En el Día de Pentecostés Pedro fue el líder receptor del primer gran «tsunami». ¿Cuántos han visto 3.000 personas salvadas después de predicar un sermón?

El pescador transformado en poderoso predicador del evangelio

¿Cuántos están tan llenos del poder de Dios que la gente pone a los enfermos en las calles para que su sombra caiga sobre ellos, con la esperanza de que sean curados?

Hechos 5:12-16

Y por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo; y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón. 13 De los demás, ninguno se atrevía a juntarse con ellos; mas el pueblo los alababa grandemente. 14 Y los que creían en el Señor aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres; 15 tanto que sacaban los enfermos a las calles, y los ponían en camas y lechos, para que al pasar Pedro, a lo menos su sombra cayese sobre alguno de ellos. 16 Y aun de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; y todos eran sanados.

Algunos bromean sobre el hecho de que Jesús sanó a la suegra de Pedro, alegando que fue por eso que él más tarde negó a Jesús. Dejemos de lado las bromas, y veamos que la visita de Jesús a casa de Pedro y la sanidad realizada allí fue uno de los primeros milagros que vio Pedro después de haber recibido el llamado a seguir a Jesús y convertirse en pescador de hombres.

Luego vino una «avalancha» de milagros. Recuerda que si sucedió entonces, ¡puede suceder de nuevo! Alabado sea el Señor, ¡puede hacerlo otra vez!

  • Después de una noche de trabajo sin resultados, por la palabra de Jesús, Pedro echó su red y recogió una cantidad tan grande de peces que su red comenzó a romperse (Lucas 5:1-11).
  • La primera señal milagrosa que Jesús hizo fue convertir el agua en vino, en una boda, y Pedro estuvo allí (Juan 2:1-11).
  • Cuando Pedro y Jesús tuvieron que pagar el impuesto del templo, por la palabra de Jesús Pedro fue al lago y echó su anzuelo. El primer pez que sacó tenía una moneda de cuatro dracmas en la boca, que Pedro usó para pagar sus impuestos y los de Jesús (Mateo 17:24-27). Si alguna vez te has preguntado si Jesús pagó impuestos, ¡sí que lo hizo!
  • Cuando Jesús alimentó a los 4.000 y a los 5.000 el (hombres, sin contar las mujeres y los niños), allí estuvo Pedro (Mateo 15:29-39; Juan 6:1-15).
  • En la transfiguración de Jesús, cuando aparecieron Moisés y Elías hablando con Él, allí estaba Pedro, y sugirió que hicieran tres enramadas, una para cada uno de ellos, porque le pareció bueno estar allí (Mateo 17:1-8).
  • En innumerables milagros de sanidades, Pedro estuvo presente. En realidad, él y sus compañeros discípulos fueron enviados a predicar y Jesús les dio autoridad para echar fuera demonios, sanar enfermos, limpiar leprosos, y resucitar muertos (Mateo 10:1-10).
  • El día que Pedro vio salir con vida a un hombre que había pasado cuatro días en la tumba debe haber sido increíble. Y él estuvo con Jesús cuando éste resucitó a una niña (Juan 11:40-44; Marcos 5:37-43).
  • Pedro estaba en la barca cuando Jesús dormía tranquilo en medio de una tormenta. Allí vio a su Maestro reprender al viento y las olas. Los discípulos estaban aterrorizados, preguntando: «¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen?» (Marcos 4:35-41).
  • Pedro fue quien confesó que Jesús era el Cristo, cuando Jesús preguntó a sus discípulos quién creían que Él era. «Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente» (Mateo 16:16).
  • Cuando una higuera se secó de inmediato por la palabra de Jesús, qué asombrado estuvo Pedro. Fue entonces cuando Jesús habló a los discípulos acerca de la fe, sin dudas, algo que Pedro iba a practicar más adelante. «De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no sólo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho. Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis» (Mateo 21:18-22).
  • Pedro había sido señalado por Satanás. Jesús le dijo: «Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.» Pedro le dijo: «Señor, dispuesto estoy a ir contigo no sólo a la cárcel, sino también a la muerte» (Lucas 22:31-33). ¡Pero esa misma noche negó a Jesús tres veces!
  • ¿Cuál habrá sido la experiencia más increíble de Pedro? ¿Habrá sido cuando las mujeres le dieron el saludo del ángel de que Jesús estaba vivo? ¿Sería cuando vio la tumba vacía? Su Maestro estaba vivo, y él, que lo había negado, ¡recibió un saludo especial! (Juan 20:6; Marcos 16:6,7).
  • Un mendigo cojo fue sanado por la palabra de fe de Pedro (Hechos 3:1-10).
  • Ananías y Safira cayeron muertos, ambos a los pies de Pedro, por haber mentido acerca de una ofrenda de dinero, no a Pedro, sino a Dios (Hechos 5:1-11).
  • Por la intervención de Pedro el paralítico Eneas fue sanado y la bondadosa Tabita resucitó de los muertos (Hechos 9:32-43).
  • Pedro vio el milagro de los primeros gentiles que recibieron el evangelio (Hechos 10:1-48).
  • Cuando dormía en la cárcel, esperando la ejecución por haber predicado el evangelio, un ángel lo despertó, las cadenas le cayeron de las manos, pasaron por la primera y la segunda guardia, y la puerta de hierro que daba a la ciudad se abrió por sí misma (Hechos 12:3-11). ¡Qué experiencias sobrenaturales!

Cuando Jesús llamó a Pedro para que fuera pescador de hombres, le dio una pesca milagrosa. Cuando fue restablecido, después de la trágica experiencia de negar a Jesús, Pedro tuvo una pesca de 153 grandes peces (Juan 21:1-13). Y allí Jesús le dio el encargo de pastorear las ovejas del Señor. ¡Un pescador convertido pastor!

La tradición dice que Pedro fue crucificado en tiempos del emperador Nerón. A petición propia, la cruz fue puesta al revés, ya que Pedro no se consideraba digno de ser crucificado de la misma manera que su Señor Jesucristo.

No andaremos de la mano con Jesús sobre las aguas del Mar de Galilea, pero espiritualmente hablando podemos caminar con Él. Podemos seguir a Jesús paso a paso, dondequiera que nos lleve.

«Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas» (1 Pedro 2:21).

Podemos experimentar el poder sobrenatural de Dios en nuestra vida. ¿Puede venir sobre nosotros un tsunami del Espíritu Santo? ¿Podemos ser tan consagrados a Jesús como el pescador Pedro? Él tenía sus altibajos como cualquiera los tiene, pero se sobrepuso y terminó victorioso.

Sigamos este consejo de Pedro (1 Pedro 1:13-16):

  • Ceñid los lomos de vuestro entendimiento
  • sed sobrios
  • y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado
  • como hijos obedientes
  • no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia
  • sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir
  • porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo

Ten la expectativa de que Dios obre sobrenaturalmente en tu vida.

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Redactora de materiales pedagógicos con la gran pasión de difundir el amor de Dios y su poder salvador.