«Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree» (Rom 1:16).
Este es el versículo lema para las cinco lecciones que enseñan los pasos a la salvación. Hace años aprendí lo que se llama El evangelio en la mano, en que a cada dedo de la mano se le asigna uno de los pasos a la salvación: He pecado, Dios me ama, Jesús murió por mí, Recibo a Jesús, y Soy salvo. Después de varios meses de arduo trabajo ahora mis amados maestros en América Latina, en España, en los Estados Unidos, y quién sabe dónde pueden tener material para enseñar lecciones que se basan en esos pasos, con una lección tomada del libro de los Hechos para cada paso.
He aquí un resumen:
HE PECADO: El pecado de Ananías y Safira enseña la gravedad del pecado. El engaño y la mentira fueron castigados con la muerte. Dios es santo y Él desea tener un pueblo santo. Ananías y Safira pagaron el máximo precio por mentir, no a Pedro y los demás apóstoles, sino a Dios. Advierta a los niños sobre las consecuencias del pecado.
DIOS ME AMA: El encuentro de Felipe y el etíope enseña el gran amor de Dios. Dios envía a Felipe al desierto para que explicara el evangelio a un viajero solitario que había viajado desde el África a Jerusalén para adorar. Esta lección es prueba de cómo Dios se preocupa del individuo. Él quiere que todos sean salvos.
JESÚS MURIÓ POR MÍ: La curación de un mendigo cojo enseña que Jesús es Salvador y Sanador. Jesús no sólo llevó en la cruz nuestros pecados sino también nuestras enfermedades. Su amor es tan grande que abarca todo nuestro ser. El milagro que hizo con el mendigo cojo, es uno que puede repetir cuantas veces sea necesario, hoy también. Por medio del Espíritu Santo podemos tener el mismo poder que tuvo Pedro. «No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.»
RECIBO A JESÚS: La conversión de Saulo y su completa transformación muestra la maravilla que Dios quiere obrar en la vida de cada uno que le abre su corazón. Saulo dio media vuelta y, de haber perseguido a los cristianos, se puso a predicar a Cristo con fervor. ¡Aleluya!
SOY SALVO: La salvación del carcelero y su familia es prueba maravillosa de la transformación que Dios puede hacer en una familia, ¡de la noche a la mañana! Cuando Dios mandó a Ananías a orar por el «perseguidor» Saulo, le dijo que iba a mostrarle cuánto tendría que sufrir por el nombre de Cristo. Pablo, el misionero, sufrió mucha persecución; pero también tuvo el gran privilegio de ver muchas almas salvadas. Esta lección es acerca del culto de alabanza en el calabozo de más adentro, el terremoto que soltó las cadenas de los presos, y el culto de salvación y bautismo que hubo en casa del carcelero. Es admirable pensar que en unas cuantas horas de la noche toda una familia creyó en Cristo y fue bautizada. ¡Alabado sea Dios que hasta el día de hoy sigue haciendo milagros de salvación!
En la columna a la derecha, están todo el material: lecciones, ilustraciones, actividades, etc. Espero que sea de gran bendición y ayuda. Mándenme informes y fotografías. Cualquier idea que tengan sobre cómo mejorar o cómo lo han usado será de gran ayuda.
Dios mediante, este material será traducido al inglés, al francés, al portugués, y a cualquier idioma en que Dios nos abra puertas. Por eso aprecio mucho sus comentarios para mejorar el material. Oremos que con la ayuda de Dios estos planes se hagan realidad.
Redactora de materiales pedagógicos con la gran pasión de difundir el amor de Dios y su poder salvador. 