Juegos y actividades

Juegos y actividades

Estas son algunas actividades que reuní para las lecciones de Aventuras en el desierto; pero sirven para cualquier otro material que estés enseñando. Las vuelvo a poner para beneficio de los nuevos maestros que han llegado a esta página.

Cómo servir a Dios

(Haz una lista en la pizarra de cosas que los niños pueden hacer para servir a Dios.)

Los niños deben sentarse en círculo. El maestro comienza diciendo: «Puedo servir a Dios (algo de la lista)». El niño a la derecha debe repetir lo que el maestro dijo y añadir otra manera de servir, ya sea de la lista o algo que él mismo quiera decir. Uno por uno, todos deben decir algo que pueden hacer para servir a Dios.

Cosas que puedo hacer para servir a Dios:

  • Obedecer a mis padres
  • Hacer las tareas de la escuela
  • Contarle a alguien acerca de Jesucristo
  • No botar basura en la calle
  • Ayudar a los ancianos
  • Hacer la limpieza del salón de clases
  • Tratar bien a los demás

Dios prometió ayudar a Moisés cuando lo llamó para hacer un trabajo especial. A nosotros también Dios nos ayuda cuando queremos servirle de manera especial.

Mural de la zarza ardiente

(Dibuja las ramas de un arbusto sobre un papel o una cartulina grande. Provee papel de color: verde, anaranjado, amarillo y rojo.)

Los alumnos deben recortar el papel verde en forma de hojas y el resto de los colores en forma de llamas. Pueden pegar las hojas y las llamas en el arbusto que usted hizo. Escribe en la parte superior del papel: «Moisés hizo un trabajo especial. Dios tiene un trabajo especial para mí.»

Cartel de adoración

(Se necesita una cartulina grande, lápices, marcadores, creyones, recortes de revistas, tijeras, y pegamento.)

Escribe en la parte superior de la cartulina: «Adoremos al Señor». Coloca la cartulina en la pared, a un nivel apropiado para los niños. Cada uno puede dibujar o escribir una manera de adorar al Señor, o pegar algún recorte de revista. Usa el cartel como un incentivo en los momentos de la adoración.

Círculos recordatorios

(Necesitarán círculos de cartulina o platos de papel.)

Da a cada niño un círculo de cartulina o un plato de papel. En un lado deben dibujar una cara sonriente. Al dorso pueden copiar el versículo para memorizar. Haz un hueco en la parte superior de cada círculo o plato y amárrele un pedazo de hilo grueso o lana. Sugiere a los niños que cuelguen la carita feliz desde una lámpara como un recordatorio de que Dios es nuestro Ayudador. Las caritas se moverán al calor de la luz y la circulación del aire.

Tarjetas del Salmo 23:1

Da a cada niño una tarjeta de cartulina de 6×4 pulgadas [15×10 cm], doblada en dos para que la puedan colocar verticalmente sobre una superficie plana. En un lado deben escribir: JEHOVÁ ES MI PASTOR; en el otro: NADA ME FALTARÁ. Sugiere que coloquen la tarjeta sobre la mesa del comedor como un recordatorio de que nuestro Padre celestial cuida de nosotros. Informa que en muchos hogares se acostumbra recitar ese versículo antes de comer.

Manos que ayudan

Con marcadores de colores brillantes escribe en la parte superior de una cartulina las palabras: YO AYUDO.

Cada uno pondrá su mano en la cartulina para trazarla. Si les es difícil pueden pedir la ayuda de un compañero. Deben colorear el dibujo de la mano y escribir allí su nombre. Mientras hacen esta actividad pueden conversar sobre distintas cosas que cada uno puede hacer para ayudar.

Adorna el salón de clases con el cartel. Úsalo para recordar a los niños que el Señor desea que seamos serviciales. Moisés y Josué fueron siervos fieles de Dios que ayudaron al pueblo de Israel.

Juego de consejos

Todos deben ponerse de pie. El maestro les dará una instrucción. Si se trata de un buen consejo, deben hacer alguna mímica relacionada a la instrucción. Si es un mal consejo, no deben hacer nada. Si alguien comienza a imitar el mal consejo, debe sentarse por tres turnos antes de volver a unirse al juego.

Buenos consejos: cepíllate los dientes; tiende tu cama; duerme lo suficiente; lee tu Biblia; limpia tu cuarto; sé amistoso; ora todos los días; comparte tus juguetes; presta atención en la clase.

Malos consejos: pon cara larga; saca la lengua; pelea por un juguete; no seas amistoso; búrlate de tus amigos; quítale los lápices de color a tu compañero; no prestes atención a la historia bíblica.

Anima a los niños a seguir los buenos consejos que les dan sus padres y maestros.

Libro de reglas

(Entrega una hoja de papel a cada alumno. Necesitarán también tijeras, lápices y crayones o lápices de color.)

Los niños deben doblar el papel en cuatro partes iguales y recortarlo por los dobleces. Al terminar tendrán cuatro hojitas de papel. Deben unirlas y doblarlas por el medio para formar un librito. Engrapa los cuadernillos. Luego pueden dibujar o escribir en su librito algunas buenas reglas de urbanidad, o los Diez Mandamientos.

Prueba de confianza

(Necesitarás una tabla ancha de madera que mida tres pies de largo [un metro], dos bloques de cemento, y una venda para los ojos. Pide la ayuda de cuatro jóvenes. Diles que sólo necesitas disponer de diez minutos de su tiempo.)

Un niño debe salir del salón de clases por un momento. Coloca la tabla sobre los bloques de cemento y dile al niño que vuelva al salón. Muéstrale la tabla; luego ponle una venda a los ojos.

Causa emoción. Dile al niño que irá de viaje. Dale varias vueltas y ayúdale a subir a la tabla. Dos de los jóvenes ayudantes deben agacharse a cada lado de la tabla para que el niño los agarré por el hombro. Los otros dos jóvenes deben alzar un poco la tabla mientras que los dos primeros jóvenes se ponen de pie lentamente, moviéndose de un lado a otro para dar la ilusión al niño de que está en el aire. Sin embargo, la tabla debe estar sólo un poco por encima de los bloques.

Después de un momento pregúntale al niño si quiere bajarse de la tabla. Los demás alumnos deben guardar silencio para no revelar la verdadera situación. Quítale la venda de los ojos. ¡Qué sorpresa para el niño cuando vea que no lo levantaron muy alto! Di que nuestra valentía generalmente depende de lo que sabemos y vemos. Pero cuando no podemos ver lo que nos espera tenemos que confiar en otras personas. Asegúrales que siempre podemos confiar en Dios, aunque todo a nuestro alrededor parezca difícil o hasta imposible.

Insignia de confianza

(Prepara una insignia para cada alumno. Recorta círculos de cartulina y escribe allí: CONFÍO EN DIOS. Entrégalas a los niños y repasa algunas de las razones de que los israelitas no querían entrar en la Tierra Prometida.)

Los israelitas temían a los gigantes y las ciudades protegidas con grandes muros. Pero lo peor era que no confiaban en que Dios los ayudaría a conquistar la tierra. Dios quiere que confiemos en su cuidado y que no tengamos miedo. Podemos pedirle al Señor que nos dé valor en cualquier situación. Nadie nos puede ayudar mejor que Él. Siempre está con nosotros y nos ayuda a vencer nuestros temores.

Repaso del versículo

(En hojas de papel o de cartulina escribe cada palabra del versículo para memorizar y la cita. Si el versículo es largo escribe dos palabras en cada papel.)

Reparte las hojas a varios niños y di que pasen al frente. Deben colocarse en orden del versículo, levantando cada uno el papel o la cartulina con la palabra que les tocó, para que sus compañeros que estén sentados puedan leer. Repite este ejercicio con otro grupo de niños, que deben tratar de colocarse en el orden correcto más rápidamente que el grupo anterior. Cada vez que un grupo pase al frente, todos deben repetir el versículo.

 

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Redactora de materiales pedagógicos con la gran pasión de difundir el amor de Dios y su poder salvador.