Un tsunami del Espíritu Santo

Un tsunami del Espíritu Santo

Me conmovió mucho un artículo enviado por los ejecutivos de las Asambleas de Dios a los pastores activos y los jubilados. Por eso llegó a mis manos. Era un llamado a la oración y contenía un recordatorio de cómo se produjo el Segundo Gran Despertamiento en los Estados Unidos.
¿El segundo despertamiento? ¿Cuál fue el primero? Sucedió en las colonias norteamericanas a mediados del siglo dieciocho, entre la gente que sentía una profunda necesidad de la salvación en Jesucristo. George Whitefield fue uno de los grandes líderes en este Despertamiento.

UN HOMBRE DE NEGOCIOS
El inicio del Segundo Despertamiento se atribuye a un hombre de negocios llamado Jeremías Lanphier. En una pequeña iglesia en el centro de Nueva York hizo un llamado a una reunión de oración al mediodía. La primera reunión fue el 23 de septiembre de 1857.
Cinco personas llegaron a la primera reunión de oración del miércoles. A la semana siguiente llegaron 20 personas, y la próxima semana 40 personas se hicieron presentes para orar. A continuación, la reunión de oración creció a 100, y pronto otros comenzaron a organizar reuniones de oración.

UN AVIVAMIENTO DE ORACIÓN
En medio de esto, hubo un colapso financiero y la gente entró en pánico. Esto abrió el camino para el avivamiento. Las reuniones de oración siguieron y en casi todas las calles de Nueva York había reuniones de oración del mediodía. Los periódicos informaron que más de 6.000 personas asistían a las reuniones.
Este avivamiento de oración se extendió a otras grandes ciudades, como Boston, Chicago y Washington DC. Las empresas cerraban sus puertas al mediodía y ponían avisos de que iban a reabrir después de la reunión de oración.

UN MILLÓN SE CONVIERTIERON
Había pueblos donde todos se convirtieron. Al cabo de dos años, a partir de esa primera reunión de oración en la que sólo asistieron cinco personas, ¡un millón se convirtieron!

EL AVIVAMIENTO PENTECOSTAL

Cuatro décadas más tarde, a principios del siglo veinte, llegó el gran derramamiento del Espíritu Santo, que se inició en Topeka, Kansas, donde un grupo de jóvenes fueron bautizados en el Espíritu Santo, y hablaron en lenguas. Este hecho dio lugar al gran avivamiento pentecostal que se ha extendido por todo el mundo y cuyos efectos se siguen manifestando en todas partes.

EL IMPACTO DE LA ORACIÓN

La oración tiene un gran impacto, y si Dios lo hizo entonces, ¡puede hacerlo ahora! Un día estaba muy absorta en esto cuando llegó una visita. Era una mujer a quien yo había albergado hace algunos años, en una situación muy triste de su vida. Ahora ha dado media vuelta a su vida y sirve a Dios. Está «devorando» la Palabra, por así decirlo, y quiere más y más. Vino a verme porque quería que yo orara por ella, que le impusiera las manos como se hacía en tiempos bíblicos. Y quería contarme acerca de una misión especial que el Señor le ha dado.

ORAR POR UN TSUNAMI

Ella debe orar por un «tsunami del Espíritu Santo» desde el norte y el sur, el este y el oeste. Para mayor emoción, en un programa de televisión fue confirmada la misión que había recibido. El predicador dijo exactamente las mismas palabras. Y ahora yo las estoy transmitiendo, con la esperanza de que tú te sientas inspirado a orar por un tsunami del Espíritu Santo.


Los tsunamis son causados ​​por el desplazamiento de un gran volumen de agua, digamos que sea el océano, y no se parece a las olas normales. Es más bien como un rápido aumento de la marea, y su poder destructivo puede ser enorme.

OREMOS COMO NUNCA ANTES
¿Cómo sería un tsunami del Espíritu Santo? ¡No lo sabemos! La reunión de oración en Nueva York, que causó un gran avivamiento, no es un acontecer único. A través de las edades Dios siempre ha tenido sus representantes que han impactado al mundo. Ni siquiera podemos imaginar las cosas grandes y poderosas que pueden suceder cuando alguien comienza a orar, ¡a orar realmente!

CRISTO VIENE PRONTO

Jesús viene pronto. Las señales de los tiempos lo indican como no se ha visto antes. El aumento de la maldad, los continuos desastres naturales, las tensiones sociales, los disturbios políticos… todo esto ha aumentado en los últimos años. Son señales de los tiempos.

Oremos por la salvación de nuestros seres amados, de nuestros vecinos, de nuestros compañeros de estudio o de trabajo, de las personas con quienes nos encontramos a diario. Pidamos que Dios nos dé pasión por ganar a los perdidos.

TÚ PUEDES SER UN JEREMÍAS MODERNO
Tú puedes ser un nuevo «Jeremías». Tenemos al profeta Jeremías que proclamó lo juicios de Dios sobre el rebelde pueblo de Israel; el Jeremías que oró y se lamentó por la desgracia de su pueblo. Su sufrimiento fue tan grande que un día decidió que ya no hablaría en nombre de Jehová. Lee en Jeremías 20:7-11 acerca de su experiencia. Su consuelo era: «Jehová está conmigo como poderoso gigante.»

El Jeremías del siglo diecinueve nos ha dejado un legado que no podemos desatender. El poderoso movimiento de oración que él inició es un reto, un desafío. Hoy, Dios necesita otros valientes «Jeremías». ¿Serás tú uno de ellos?

LA CLAVE ES HUMILLARNOS

2 Crónicas 7:14,15
Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y

  • oraren, y
  • buscaren mi rostro, y
  • se convirtieren de sus malos caminos;

entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra. Ahora estarán abiertos mis ojos y atentos mis oídos a la oración en este lugar.

¿Estás dispuesto a humillarte y a orar por un

tsunami del Espíritu Santo?

About the Author

Redactora de materiales pedagógicos con la gran pasión de difundir el amor de Dios y su poder salvador.